¡Buenas tardes de martes a todos!
Hoy os traigo una entrada diferente, ya que no es una receta, sino un truco que a nosotros nos sirve para que los niños puedan comer de una forma divertida e implicada, alguna verdura o en general, cualquier alimento que queremos que prueben… pero que a ellos les cuesta. ¿Seguimos?.
Es muy sencillo, pero a veces, cuesta de hacer. Nosotros tenemos dos hijas, ahora mismo de 4 y 2 años, y la verdad es que el tema verdura (quitando alguna cosa concreta o en forma de puré), se les atraganta, así que… ¿porque no enfocarlo como un juego?.
Nosostros lo hicimos con los guisantes, vale, oficialmente son legumbres, pero me quedo con esta explicación que extracto aquí, que hizo el gran Karlos Arguiñano:
“Los guisantes frescos son una verdura de temporada que formará parte de nuestros platos en primavera, consumiéndolos una vez a la semana.
Los guisantes forman parte de las legumbres pero los recolectados en primavera, al ser frescos, tienen una composición nutricional más parecida a las verduras, de manera que a los de la receta de hoy se les considerará como verduras.”
A mí me encantan de todas maneras, crudos, revueltos, en el arroz, etc, y una forma de irles introduciendo el alimento a los niños, en vez de dárselo ya hecho es intervenir en la preparación y disfrutar de ella.
Cogimos una bolsita de guisantes frescos, nos sentamos todos juntos, y fuimos jugando a abrirlos, y a ver como eran sus granitos, de que tamaños y formas, siendo una manera donde pueden ver los alimentos de una forma no exclusivamente a nivel nutricional, sino en su estado original (vaina), y comprobar de donde salen y aprovechar a hacer preguntas sobre su origen, que hace falta para plantarlos, etc.
Aunque en el caso concreto de los guisantes hay que tener en cuenta que para niños pequeños, comerlos crudos pueden ser algo indigestos, y hay que tratar siempre que se pueda, que sean frescos o al menos congelados frescos, ya que en lata o congelados pierden algunas de sus vitaminas (son una fuente importante de fibra, ricos en vitaminas del grupo B, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nerviosos, etc).
Como veis, es sólo una muestra, de como un alimento que puede ser aburrido como el guisante, puede ser divertido, para que los niños puedan disfrutar de toda la experiencia de la alimentación.
Espero que os haya gustado, este es un método… ¿cual es el vuestro?.
Cook Slow