Este plato en si no es un plato, es una guarnición que puedes usar en casi cualquier momento, yo las he servido en mi comida de acción de gracias pero también puede usarse en Navidad o un día que te esmeras un poco más, pero se pueden preparar para cualquier comida o cena.
Son unas zanahorias al horno con queso gratinado que primero se cocinan con mantequilla y ajo, pero bien podrían llevar un poco de miel y canela o unas especies… ¡¡yo para la próxima vez les pondré curry!!
Como veras en las fotos he puesto la mantequilla en finas tiras sacadas con el pelador (lo tenía a mano) pero te recomiendo que mejor la derritas y mezcles con las especies primero y luego pintes las zanahorias para que así se distribuya mejor el sabor del ajo, ya que unos trozos sabían más que otros.
Ingredientes:
1 manojo de zanahorias, de las que vienen con las hojas.
1 ajo grande
El equivalente a 1 cucharada de mantequilla
50g de queso parmesano rallado.
Preparación:
Primero de todo lavamos y pelamos bien las zanahorias. Este tipo de zanahorias que vienen con las hojas son mucho más sabrosas y frescas que las que vienen sin los tallos, pero a cambio siempre tienen un poco de tierra.
Las zanahorias se deben pelar con un pelador ya que únicamente queremos quitar la parte más superficial de la piel para que así absorba mejor todo el sabor.
En una bandeja de horno ponemos una hoja de papel sulfurizado, así luego es mucho más fácil lavarla, y ponemos las zanahorias encima, todas en la misma dirección y bien colocadas, así facilitamos el posterior emplatado.
Aquí el cambio respecto a mis fotos es poner la mantequilla 5-10 segundos al microondas y añadir a ella las especies que desees utilizar, en este caso un diente de ajo machacado, y lo mezclamos bien. Pintamos con esta mezcla las zanahorias para que absorban bien todo el sabor.
Metemos la bandeja al horno, a 180-200º calor arriba y abajo durante 20 minutos. Pasado este tiempo sacamos la bandeja ¡y la ponemos en una superficie que no quememos nada!
Ahora les damos la vuelta a las zanahorias con cuidado, de manera que sigan teniendo un aspecto apetecible, y le añadimos el queso rallado por encima.
En función del grosor de las zanahorias en este punto ya estarán blanditas o todavía seguirán medio crudas. Eso te dará una pista de cuanto tiempo de horno necesitan. Te recomiendo ponerlas 10 minutos más al horno y 5 minutos de gratinado final, las mías en total han estado 30 minutos, 20 + 10 con el queso, pero sin gratinarlas ya que estaba cocinando el pollo estilo americano.
Una vez listas solo tienes que servir en una bandeja ¡y seguro que a tus comensales les encanta el aspecto y el sabor que tienen!
Un abrazo,
Mónica