Hoy traigo una receta que cuando se la he comentado a la gente me dicen que no pega, ¡hasta que lo ven! ¡En el momento que ves esta tosta te apetece hasta chupar el plato!
Se trata de una receta de otoño, ya que la he preparado con una mezcla de setas de temporada, pero que si quieres prepararla en cualquier otra época del año lo único que tienes que cambiar la mezcla de setas por champiñones que cada vez es más fácil encontrarlos en cualquier supermercado grande sea el mes que sea. Acordaros que no hay que lavar nunca las setas bajo el grifo ya que pierden todo su sabor, se limpian con un trapo húmedo y se quita la punta del pie que es donde suelen llevar algo de tierra.
Como siempre digo, lo importante para que un plato quede bueno es la calidad de la materia prima, hay que buscar un buen pan de pagés, a ser posible integral y con semillas, pero esto ya es algo personal mío, y sobretodo unos buenos huevos.
Los huevos, por favor, que sean del 0 o del 1 siempre, piensa en las pobres gallinas la vida que tienen encerradas en microjaulas hormonadas y poniendo huevos sin parar, solo para que nos salgan un poco más baratos esos huevos. Y ahora piensa ¿cómo crees que será la calidad de esos huevos? En cambio un animal que está libre, en el campo (no en el suelo de cemento de una granja que no vé ni la claridad del sol), que picotea tanto las semillas de maíz que le dan como la propia hierba que crece en el suelo, que le da el sol varias horas al día, que puede moverse… pensar que los huevos realmente ¡son los óvulos que de esa gallina!
Sobre las cantidades, pues pensar que según el tamaño de la rodaja del pan va a cambiar mucho la cantidad de setas que podamos ponerle encima, así que ya depende de vosotros.
Ingredientes para 2 personas:
2 rodajas de pan de hogaza
250g de setas
2 huevos
2 dientes de ajo
Perejil
AOVE
Preparación:
Primero de todo vamos a empezar laminando o troceando las setas de forma que no tengamos que complicarnos demasiado al morder.
Ponemos en una sartén a fuego fuerte un par de cucharadas de aceite, y cuando esté caliente añadimos las setas, y vamos removiendo. Según el tipo de setas que utilicemos necesitaran unos minutos más o menos de cocción pero en general es algo que se hace bastante rápido.
Ahora es el momento de añadir el ajo y el perejil. A mí el ajo me gusta machacarlo en un prensa ajos como este ya que de esta manera desprende todo su aroma y se integra mejor en el resto de los ingredientes que troceándolo.
Removemos un par de minutos y ya tenemos nuestras setas listas, las podemos reservar en un plato.
Ponemos el pan en la tostadora un par de minutitos, que quede crujiente ¡pero no se queme! Aquí diré que si quieres sumarle tropocientas calorías si en vez de tostar el pan lo fríes en la misma sartén de la que acabas de sacar las setas quedará increíblemente bueno).
Ahora es el momento de freír los huevos, yo lo he hecho en la misma sartén de las setas, añadiéndole un par de cucharadas más de aceite, pero si la sartén te ha quedado algo enganchado es mejor que no lo hagas ya que te podría coger sabor a quemado. Sobre como freír un huevo no te daré demasiadas explicaciones (si las necesitas mandame un email jejejeje) lo único que te recomiendo es que le dejes un poco de puntillita, que al quedar crujiente contrasta con las setas y aún queda más bueno.
Y ahora a emplatar, seguro que lo adivinas, hay que poner el pan, luego las setas y¡¡¡encima el huevo!! ¡Y a comerlo antes de que se enfríe!
Espero que te haya gustado, y de verdad, aunque de primeras parezca una mezcla rara, queda riquísimo ya sea en plan tapeo o sea la cena.
No dudes en compartir la receta con tus amigos, y si la preparas ¡etiquétame en cualquier red social para que vea el resultado!
Un abrazo
Mónica