Hoy os traigo una receta de una tarta deliciosa, que me ha dado mucho que pensar, ya que como algunos leísteis en redes se me cortó el mascarpone al batirlo y al final tuve que hacer un apaño con otras cosas que tenía por casa y quedó aun más buena que la receta inicial y de paso tengo mantequilla dulce para una temporada jejeje.
Llevo tiempo viendo fotos de tartas de oreo y he querido hacer mi propia versión, es ideal tanto para una merienda con amigos como para una tarta de cumpleaños.
Ingredientes
Para la masa:
2 paquetes de galletas digestive con chocolate
100g de mantequilla fundida
1 molde desmontable para tartas, yo he usado uno de 28 cms
Relleno:
400 ml (2 botes) de nata para montar muy fria. Aseguraros que es especial para montar con minimo 35% de materia grasa o no se podrá montar.
1 tableta de chocolate blanco para fundir
1 cucharada sopera de azucar glass
Decoración:
Cacao puro en polvo
1 bolsita de galletas oreo minis
Primero de todo, y paso indispensable, la nata tiene que estar muy fria, debe llevar minimo 24h en nevera. Sin este paso no podremos hacer el relleno de la tarta.
Vamos a empezar preparando la masa, trituramos las galletas ya sea en una bolsa y a golpes, con una batidora o con unos golpes de turbo en Thermomix. Como estas galletas llevan una capa de chocolate recomiendo triturarlas a maquina ya que cuesta un poco más que con la versión sin choco. Una vez tengamos las galletas bien trituradas añadimos la mantequilla fundida y mezclamos bien. Quedará como una masa pringosa, pero al enfriar endurece, no os preocupeis!
Ahora tenemos que forrar el molde que vayamos a usar de galleta, tanto la base como los laterales, vamos apretando bien con los dedos para asegurarnos que quede un grosor regular y no se nos caigan los bordes.
Esta parte la disfrutan mucho nuestros pequeños ayudantes, ya que eso de pringarse tiene algo adictivo en los niños.
Una vez veamos que está bien repartido es el momento de meter el molde en la nevera para que se enfrie y endurezca.
Ahora viene la parte más complicada de todo el proceso, ¡¡montar la nata!!
Primero de todo vamos a enfriar el bol donde vamos a montar la nata, la mejor forma es lavarlo con agua de grifo, dejandola correr un poco para que salga bien fria. Ponemos la nata y es hora de batir, a mano, con barillas, o en la Thermomix con la mariposa puesta a velocidad 3 y 1/2.
El tiempo lo vereis vosotros mismos, hay que estar muy pendiente, cuando veamos que ya ha crecido y empieza a tener textura de nata paramos y la probamos. De paso añadimos el azucar espolvoreandolo por encima. Cuando la nata empieza a hacer como rayas en la textura ya la tenemos lista.
Si os pasais de velocidad o tiempo lo más probable es que se os corte y se separe el suero de la grasa de la leche. No te preocupes, ¡nos ha pasado a todos! Ahora tienes una deliciosa mantequilla casera con la que sorprender a tu familia.
Dejamos un segundo la nata y cogemos la tableta de chocolate de fundir y la ponemos troceada en un plato al microondas. Dependerá mucho de la potencia del mismo, yo la he puesto 1 minuto a 60% de potencia y aunque aun tenia su forma al empezar a remover estaba completamente liquido.
Ha llegado el momento de mezclar la nata con el chocolate, con movimientos envolventes con la mariposa, con mucho cariño y mimo para que no se nos baje la nata.
Ponemos el relleno en el molde de la tarta y lo decoramos con cacao por encima. Para que quede homogeneo cogemos un colador finito y vamos añadiendo cucharaditas de cacao y espolvoreando (es decir, estamos tamizando el cacao).
Lo metemos a la nevera mínimo un par de horas antes de comerla para que quede bien fria y esté más buena. Antes de servir decoramos con las galletas oreo ¡¡y tenemos una preciosa y riquisima tarta de chocolate!!
¡Espero que os guste tanto como les ha gustado a mis hijas!
Un abrazo,
Mónica