En días fríos como los que estamos teniendo esta semana solo me apetece comida de cuchara, cosas calentitas, a ser posible caldosas que ayuden a entrar en calor y además sean sabrosas, como una buena caldereta o unos macarrones de la yaya.
Este año estoy más decidida que nunca a disfrutar de cada momento, intentando que todo lo que me rodea se aproxime lo máximo posible al concepto de Hygge es un concepto danés que viene a significar encontrar la felicidad en las pequeñas cosas que nos rodean.
Así que aquí me tienes, escribiéndote lo que acabamos de cenar para darte una idea, que si eres sopero como yo seguro que te encantará.
Normalmente intento cocinar con productos frescos y de calidad, pero siempre tengo para emergencias productos que me pueden sacar de un apuro. En este caso he usado unos filetes de pota que compré para hacer paella, pero si puedes intenta hacerlo con sepia, incluso con unas gambitas, ¡notarás la diferencia!
Igual que notarás una gran diferencia según el caldo que utilices, si puede ser usa caldo de pescado casero o un fumet muchísimo mejor, si es un caldo de tetrabrik fíjate cuando lo compres en los ingredientes y en sus proporciones para asegurarte que sea un caldo de calidad, no una mezcla de agua y avecrem.
Ingredientes para 4 personas:
500 gr de sepia
1 cebolla tierna
1 diente de ajo
2 cucharadas de tomate frito
1 litro de caldo de pescado
½ litro de agua
300g de fideos gordos (o espaguetis troceados pequeños)
½ cucharadita de cúrcuma molida
AOVE
Preparación:
Empezamos troceando bien pequeña la cebolla, y la ponemos en una cazuela junto con un par de cucharadas de aceite. Sofreímos a fuego bajo hasta que quede transparente.
Añadimos la sepia troceada pequeña y seguimos sofriendo unos minutos, ahora añadimos el ajo machacado y las dos cucharadas de tomate frito y lo dejamos un par de minutos más.
Ahora ponemos el caldo y el agua a la cazuela y llevamos a ebullición. En ese momento echamos la pasta y la cúrcuma, removemos bien y bajamos a fuego medio.
Cocemos el tiempo indicado en el paquete, removiendo de vez en cuando y revisando que no se nos quede sin caldo.
Si el caldo de pescado era bueno, entre el caldo, la cúrcuma y los jugos que desprende la propia sepia no deberías necesitar rectificar de sal, pero nunca está de más probar lo que estamos cocinando y asegurarse que no necesita un toquecito extra.
A la hora de servir en casa tenemos en cuenta el gusto de cada comensal, por ejemplo, mientras que a mí me gusta bien caldosos mi marido los prefiere más espesos, así que únicamente hay que distribuir a la hora de servir.
En caso que a todos os guste muy caldoso recomendaría añadir 2 litros de agua y una pizca de sal o si puede ser 2 litros de caldo de pescado.
Espero que te guste mi idea, y sobre todo ¡si lo preparas no dudes en etiquetarme en la foto para que pueda verlo!
Un fuerte abrazo a todos los lectores.
Mónica
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